Vivimos en una cultura que nos empuja al límite: llenamos nuestras agendas, nuestros platos, nuestros armarios y hasta nuestros pensamientos. Y aunque parezca que eso nos acerca al bienestar, muchas veces es todo lo contrario. ¿Y si la clave estuviera en hacer un poco menos, comer un poco menos, exigirnos un poco menos?
Hoy quiero compartir contigo un concepto japonés que llevo más de un año practicando y que ha cambiado mi relación con la comida, con el cuerpo… y con el ritmo de vida: Hara Hachi Bu.
¿Qué significa Hara Hachi Bu?
«Hara hachi bu» (腹八分) es un proverbio de Okinawa, una de las regiones con mayor esperanza de vida del planeta. Se traduce como “come hasta estar un 80% lleno”, y es una norma de vida que muchos habitantes de esta zona aplican de forma natural desde pequeños.
No se trata de contar calorías ni de seguir una dieta estricta. Es una invitación a escuchar al cuerpo y dejar de comer antes de sentirnos completamente saciados. Es confiar en que el cuerpo necesita un margen, un espacio, una pausa antes del exceso.
Una filosofía de moderación… que va más allá de la comida
Aunque su origen está en la alimentación, el espíritu del hara hachi bu puede aplicarse a muchos otros aspectos de la vida. Porque al final, lo que propone es una forma de habitar el mundo desde la moderación consciente y el respeto a los límites propios.
- En el trabajo: no llegar al 100% de carga, no saturarnos. Guardar energía para lo imprevisto y para lo importante.
- En el descanso: no irnos a dormir agotados, sino dejar margen para dormir bien y recuperar.
- En las relaciones: no darlo todo todo el tiempo, sino cuidar también de uno mismo.
- En los pensamientos: no llenarnos de ruido y exigencia, sino dejar espacio para el silencio y la calma.
¿Por qué funciona?
Desde que empecé a aplicar esta idea, he notado cambios muy claros:
- Como más despacio y con más atención, lo que mejora la digestión y la relación con la comida.
- Evito el malestar de comer de más (pesadez, somnolencia, culpa).
- Tengo más energía disponible durante el día, tanto física como mental.
- He ganado una mayor conexión conmigo, porque parar a tiempo implica escucharme mejor.
No se trata de restringirse ni de vivir a medias. Al contrario: se trata de vivir con equilibrio y con energía suficiente para disfrutar de lo que realmente importa.
Te invito a probarte la idea
Si te resuena esta filosofía, te animo a probarla durante unos días. No como una obligación ni como un nuevo «reto de bienestar», sino como un experimento amable contigo mismo.
Puedes empezar por:
- Observar tu nivel de saciedad al comer: para unos será el 70%, para otros el 85%. No se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo consciente.
- Dejar un pequeño margen de energía en tu día: no llenes cada hueco de la agenda. Prueba a dejarte espacios vacíos.
- Parar antes del agotamiento: ya sea en una conversación, en una tarea o en una comida, prueba a parar un poco antes.
Ese 20% de margen puede ser tu mayor fuente de equilibrio. Lo más importante siempre es que el autocuidado se adapte a tu contexto y a tus necesidades reales.
Hara hachi bu es mucho más que una regla para comer menos. Es una propuesta de vida basada en la pausa, la escucha y el respeto. En un mundo que nos empuja al exceso, elegir la moderación puede ser un acto de profunda sabiduría.
No hace falta hacerlo perfecto. Solo hace falta probar, sentir y ajustar.
Y quizá descubras que ese 80% es, en realidad, más que suficiente.
Alfredo Bastida Caro
Codirector de Coaching Camp. Coach Personal y Health Coach. Experto en Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte.
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NOTA Importante: consulta si tienes alguna condición especial
Aunque esta práctica puede ser beneficiosa para muchas personas, si estás siguiendo un tratamiento médico, tienes alguna patología digestiva o de la conducta alimentaria, o estás en un proceso nutricional específico, es fundamental que consultes antes con una dietista-nutricionista colegiada.



