Hay pocas cosas tan bonitas como disfrutar, a nivel profesional, con lo que haces en tu día a día. Sí, es una de las suertes que tenemos en Coaching Camp, disfrutamos y de lo lindo trabajando con personas y ayudándoles a desarrollar su potencial.
En esta ocasión nos llamaron del Consejo de la Juventud de Calahorra (La Ríoja), para que desarrollásemos una jornada de inteligencia emocional, valores y trabajo en equipo.
En un marco incomparable, el parque del Cidacos, pudimos trabajar con jóvenes y no tan jóvenes, entre otros aspectos, los valores de los equipos de alto rendimiento. En esta ocasión dado el contexto y los participantes, seleccionamos los siguientes:
- Generosidad: dar al equipo más de lo que se espera de ti. Unido a este concepto está el reconocer las virtudes propias y de los demás. Esto nos lleva al siguiente valor.
- Humildad: dejarse ayudar y apoyarse en los demás cuando haga falta. Para ello hace falta aprender a pedir bien y desarrollar una buena asertividad.
- Confianza: en uno mismo y en el equipo. la idea principal de este valor es que la confianza se gana, ofrece seguridad y el equipo te devolverá confianza. No le puedes pedir confianza a alguien, inspírala y te la entregarán.
- Entusiasmo: favorecer el buen rollo y el entusiasmo en el equipo favorecerá la consecución de los objetivos comunes.
- Compromiso: Dice Xesco Espar (exjugador y entrenador de balonmano del FC Barcelona) que el compromiso apararece cuando el buen rollo se acaba. En el trabajo en equipo 1+1= 3. Si todos damos un poco más de lo que se espera de nosotros, el esfuerzo de cada uno crea un componente más.
Estos valores se tienen que aceptar, no se pueden imponer. Se deben vivir. El equipo crece y se hace fuerte cuando no hay narcisismos, ni vanidades, cuando hay codo con codo, pero no en la costilla, sino codo con codo de ayudarse y progresar. Solo en ese momento el equipo se une y crece inevitablemente.
Desde el equipo de Coaching Camp queremos dar las gracias al Consejo de la Juventud de Calahorra por confiar en nosotros, y a los participantes en el taller la acogida, actitud y ganas de aprender, que provoca, que cada vez nos guste más aquello que hacemos.
