Si eres de las personas que sienten que la lista de tareas nunca acaba, y que por más que trabajes siempre parece que algo queda pendiente, no estás sola. La mayoría de nosotros nos hemos sentido así en algún momento. Y aunque hay un montón de métodos para gestionar el tiempo, ¿Cuántos realmente toman en cuenta nuestro bienestar? Por eso, quiero presentarte una nueva forma de priorizar que no solo te ayuda a ser más productivo, sino que también cuida tu paz mental. Esta fórmula se basa en tres pilares: Paz interior, Paz exterior y Energía Mental. Vamos a descubrir cómo funciona.
1. Paz Interior: Prioriza lo que te da calma mental
Imagina que tienes una tarea que ha estado rondando tu cabeza durante días. Sabes que deberías hacerla, pero la has ido posponiendo. Tal vez es esa llamada incómoda, o finalmente tomar esa decisión que llevas evitando. No hacer estas tareas nos genera ansiedad, nos roba energía mental, y se convierte en una especie de ruido de fondo constante.
Priorizar desde la paz interior significa identificar esas tareas que, aunque no siempre son las más urgentes, te liberan de preocupaciones internas. Son las que, cuando finalmente las haces, sientes un gran alivio. Al tacharlas de tu lista, tu mente se despeja y puedes concentrarte mejor en todo lo demás. Al final, tu paz mental es tan importante como el resultado final.
Un ejemplo práctico: si cada vez que abres tu correo electrónico ves un mensaje al que no has respondido y sientes una carga emocional, prioriza esa respuesta. Aunque no sea la tarea más importante para tu productividad inmediata, eliminar esa tensión interna te permitirá enfocarte mejor en otras tareas.
2. Paz Exterior: Genera armonía en tu equipo sin descuidar tus propias tareas
La paz exterior no solo tiene que ver con nuestro entorno inmediato, sino también con el impacto que nuestras acciones (o inacciones) tienen en los demás, especialmente en un entorno de equipo. Aquí priorizamos las tareas que van a traer una mayor sensación de tranquilidad y equilibrio a las personas con las que trabajamos, sin dejar de lado nuestras propias prioridades, es tener en cuenta las del equipo en el que trabajes o entorno social.
Esto implica identificar aquellas tareas que pueden generar una mejora colectiva, por ejemplo, cumplir con un plazo que permitirá a tus compañeros avanzar en su trabajo o brindarles la información que necesitan para tomar decisiones. Al contribuir a la paz del equipo, no solo mejoras el ambiente de trabajo, sino que también reduces la fricción y las tensiones, lo que, a largo plazo, también te beneficia a ti.
Por ejemplo, si sabes que tu equipo está esperando un informe o un dato clave para continuar con su parte de un proyecto, priorizar esa tarea no solo te traerá paz, sino que generará fluidez en el trabajo de todos. Es un enfoque en el que tu productividad y la del equipo se alinean para un beneficio común.
3. Cuando tienes más energía mental: Aprovecha tus picos de rendimiento
Todos tenemos momentos en los que nuestra mente está más clara, creativa y enfocada. A algunos les ocurre por la mañana, justo después de despertarse, mientras que otros son más productivos por la tarde o incluso por la noche. Saber cuándo tienes más energía mental es clave para sacar el máximo provecho de tu tiempo.
Priorizar las tareas más importantes y complejas en los momentos de mayor energía mental te permitirá trabajar de manera más eficiente y efectiva. Si intentas abordar las tareas difíciles cuando estás cansado, te llevará más tiempo y te sentirás frustrado. Así que pregúntate: ¿en qué momento del día soy más productivo? Y planifica tus actividades en función de ese ciclo natural.
Por ejemplo, si sabes que tus mañanas son tus mejores horas, reserva ese tiempo para el trabajo profundo o creativo. Las tareas más rutinarias, como responder correos o realizar llamadas, puedes dejarlas para cuando tu energía disminuya, porque no requieren tanta capacidad mental.
Un enfoque equilibrado para la productividad y el bienestar
Lo que hace que este método sea tan poderoso es que no solo priorizas para hacer más, sino para sentirte mejor mientras lo haces. Estamos acostumbrados a enfocarnos únicamente en la urgencia y la importancia de las tareas, pero rara vez pensamos en cómo afectan nuestro estado emocional o mental. Esta nueva forma de priorización te invita a pensar primero en ti, en tu bienestar, y luego en las tareas.
Aplicar los tres pilares —paz interior, paz exterior y energía mental— te permite avanzar de una manera más consciente y equilibrada. Te ayudará a encontrar ese punto dulce entre la productividad y la paz mental, algo que todos buscamos pero rara vez alcanzamos con los métodos tradicionales.
¿Cómo empezar?
Primero, identifica esas tareas que están robando tu paz interior y trata de eliminarlas lo antes posible. Luego, organiza tu entorno, físico y mental, para que sientas que tienes el control de tu vida exterior. Y, finalmente, presta atención a tus niveles de energía durante el día y ajusta tus tareas en función de ello.
Recuerda, priorizar no es solo hacer más cosas, sino hacer las cosas que más te aportan paz y bienestar. Porque al final del día, de eso se trata: de sentirnos bien con lo que logramos, y no solo con cuántas tareas tachamos de la lista.
Alfredo Bastida Caro. Codirector de Coaching Camp. Coach Personal y Health Coach. Experto en Inteligencia Emocional y Programación Neurolingüística. Licenciado en Cc. de la Actividad Física y Deporte.