Congreso de Coaching e Inteligencia Emocional «Cita con tu Bienestar»

Han pasado una decena de días desde que tuvo lugar nuestro primer congreso al que denominamos “Cita con tu Bienestar”.

Nos remontamos allá por el mes de abril cuando de repente en nuestras cabecitas nació la borrosa idea de crear un evento o acto en el que pudiéramos congregar a buena parte de las personas que hemos tenido el privilegio de formar y enseñar todas las materias que con gusto impartimos a lo largo del año. Y por supuesto también para conocer personas nuevas deseosas de “sentir” y “vivir” junto a nosotros.

Paso a paso, con gran esfuerzo y muchísima ilusión, lo que nació como una idea pasajera fue tomando forma. Contactamos con los maravillosos ponentes que gustosos nos dieron el sí, preparamos las campañas de publicidad y las lanzamos vía redes sociales, mailings, cartelería, boca a boca… todo era necesario para intentar captar a la mayor cantidad de personas posible porque teníamos el convencimiento de que no se trataba de un evento más de coaching y/o inteligencia emocional, sino de un evento especial, rodeado de gente espectacular, amigos, conocidos, compañeros, desconocidos, todos con el firme propósito de encontrar su bienestar y vivir una jornada memorable.

Por fin, quince días antes de la fecha conseguimos vender todas las entradas y fue en ese momento cuando comenzamos a estar nerviosos de verdad debido a la gran aceptación que estaba teniendo la iniciativa y todo, de nuevo, gracias a vosotros.

Llego el día, el momento esperado con ansia por Coaching Camp por el deseo de ver que todo tiene su recompensa y que la idea de compartir, debatir, plantear, escuchar, temas relacionados con el “ser” iba a ser cuando menos, bien o mal, recibido por todos los asistentes.

Alfredo y Begoña abrieron el telón de manera magistral, siendo ellos mismos, esas dos personas que todos conocemos erigidos como responsables de esta “gran reunión de amigos”, y llevando al respetable a una zona de confort agradable, familiar, a la vez que nos preparaban para asistir a una serie de ponencias que, sin lugar a dudas, nos permitirían replantearnos, recapacitar, analizar, nuestro “yo” para estar de la mejor manera posible con el “tú”.

Roberto Aguado era el encargado de romper el hielo y vaya si lo rompió. Una exposición sobresaliente basada en términos científicos acerca de la relación entre la emoción y la razón. Únicamente indicar que el instante final de su presentación recogía a todos los allí presentes fundiéndose en un abrazo con lágrimas asomándose en sus ojos. Poco más que añadir.

Olga Castanyer recibió el testigo y nos invitó a viajar hacia el mundo de la asertividad. Mostró realidades que tienen lugar a cada segundo en la vida cotidiana que nos rodea y demostró cuál es el verdadero camino que debemos elegir para disponer de una autoestima positiva, que nos llene a nosotros mismos y, de manera indirecta o directa, a las personas de nuestro entorno.

Tras el merecido almuerzo para recargar pilas y neuronas, comenzaba la jornada de tarde. Suponía un nuevo reto mantener la intensidad y el interés demostrado por la mañana pero el futuro inmediato nos regalaría dos apasionantes intervenciones al mismo nivel de las diurnas.

Primero, Antonio Casimiro fue una auténtica revelación para muchos que desconocíamos a este profesional de los pies a la cabeza capaz de transmitir con todo lujo de detalles la enorme importancia que tiene en la vida del ser humano el movimiento y la gran influencia que ejerce en la emoción de las personas. Con su dialéctica embelesaba a los asistentes descubriéndonos verdades como puños, haciéndonos ver que el ser humano tiene que moverse porque es algo genético y cuan positivo es este acto para desarrollarnos como personas. Incluso tuvimos la oportunidad de realizar “ejercicios físicos” allí mismo como manera de interacción y compenetración con otros individuos.

Segundo, María Neira nos invitaba a conocer una nueva forma de plantearnos la nutrición a través de la emoción. Alejarnos de la creencia de que debemos alimentamos por necesidad y descubrir que muchas veces comemos por emociones y que simplemente necesitamos aprender a comer y así conseguir estar bien con nosotros mismos y con los demás.

Como broche final, Juan Manuel García viajó por la historia del que fuera su padre allá en Guatemala. Además de su particular visión sobre la comunicación, la emoción y la relación entre las personas.

Una jornada de diez horas y media que supieron a poco y eso es el mejor regalo que nos podíais ofrecer. Como bien merecía la ocasión, Alfredo y Begoña dieron las gracias a los ponentes, a todos los miembros del equipo, a los colaboradores (Escala y Lead Marketing Digital) y, en especial, a todos y cada uno de vosotros que habéis permitido convertir este sueño en realidad.

Por qué no decirlo, ya estamos pensando en el próximo Cita con tu Bienestar para 2020, porque nos gusta pensar en grande, más aún cuando gente como vosotros nos lleváis en volandas a alcanzar los objetivos soñados.